sábado, febrero 06, 2010

#68 - 2


Decidí investigarle. Digamos que se llamaba Miguel. Era quien decía ser. Cinco años en el mismo trabajo. No sonó ninguna alarma. Buenas relaciones con los compañeros, de los que toman unas cañas después de cerrar la oficina. No tenía deudas ni cuentas pendientes con la ley. Alguna multa de aparcamiento, nada más grave que éso. Hipteca saldada, coche propio. Todo lo que debería ser parte de una vida perfecta. Todo esto jugaría en su contra. Cuanto más alto están, más bajo caen. Un golpe cruel, directo. El afortunado, magnífico, admirable Miguel pronto sería digno de lástima.


Me mandó un sms al día siguiente. "M gusto mucho la charla contigo. Una copa mas relajada esta semana? Besos..."

Sonreí al leerlo. Me gustaron los puntos suspensivos. Era un juego casi adolescente de adivinanzas, de sugerencias. De intentar tontear conmigo. ¿Quieres que sea tuya, mi pequeño?

"Miguel, m encantaria. m pondre guapa aunque no te interese nada cnmigo. besos donde los pntos suspensivos"

Le gustaban los juegos. A mí también. Este juego me gusta mucho, un juego que nos llevará a otros lugares todavía más interesantes. Un pequeño más paso más allá de la obscenidad, donde ya no hay ni oscuridad, donde quedará atado a mí. Sólo unos días más.

"Viernes por la noche? el sitio nuevo de vinos esquina con matellano. ponte falda y tacones para mí :) Besos..."

Nadie puede evitar ser quién es. Ahí estaba él, en todo su esplendor. Arrogante en su seguridad, diciéndome qué tenía que ponerme. Posiblemente fetichista. En caso de no serlo, apreciaba la belleza de unas buenas piernas y le gustaba acentuarla con los tacones. Me gustaba cada vez más. Pobrecito mío.

"Me parece un plan estupendo. Tengo ganas de que llegue el Viernes."

Hay que seguir el juego. Alimentaro. Provocarlo. Que crea que soy una más de esas mujeres que se mueren por que les quite la ropa. Está acostumbrado a conseguir lo que quiere y que quieran dárselo en cuanto lo pide. Puede creerlo durante un poco más de tiempo, sólo lo hace más divertido. Ya casi puedo sentir su sabor. La cita tenía día, lugar y hora y apenas podía esperar que llegase.

2 observaciones suspicaces:

Anónimo dijo...

Espero que se lo hagas pasar mal, muy mal... y que sea pronto porque quiero más, mucho más...

Me encanta!

Dorita dijo...

Me uno a tTiger.
Queremos más...