domingo, enero 24, 2010

#63


Hace unos meses conocí a un cliente barra jefe potencial. Es uno de esos hombres que saben que ha sido rematadamente atractivo y que quién tuvo, retuvo. Todavía le queda para repartir a sus casi cincuenta años.

Me llamó ayer. Tiene un proyecto nuevo. Dos meses, fuera de España. El trabajo es mío si lo quiero. Lo único que tengo que hacer es follarme al jefe. Me pregunto cómo. Cuánto tiempo. Cuántas veces. Cuándo.

Hubiera sido más sencillo invitarme a cenar, pero esto me da más morbo.


0 observaciones suspicaces: