lunes, marzo 09, 2009

Ligar por Internet

Me siento siempre malvenida a mis propios dominios, como una cría de dragón en un páramo olvidado.

Ligar, en sí mismo, no es difícil, ni de forma presencial ni por la red. Requiere ciertas dosis de encanto personal, labia, estadística y morro. Hay un axioma básico que debe tenerse en cuenta para ligar: todo el mundo desea sentirse deseado. El corolario a este axioma es: todo el mundo se siente solo, indefenso, indeseable, indeseado. El punto de vista elegido depende de a qué lado de la fuerza nos situemos.

Mi ejemplo eterno es el del bar, a la hora de hablar de ligar por la red. Imaginemos por un instante que estamos en un bar lleno de gente a la que no conocemos. Vemos, al fondo de la sala, a una persona, que por cualquier razón (sus ojos, sus manos, el olor que promete su piel o cualquier otro indiscriptible o demasiado descriptible rasgo personal) nos atrae hacia ella. Nos acercamos, con paso firme, a su lado. Empezamos la conversación:
- Quiero follarte.

Lo más probable es que la conversación terminase ahí. Existen escasas ocasiones en las que una respuesta positiva pueda darse (un morbo oportuno despertado por cuestión de suerte, encontrarnos en un bar liberal o que los dDioses, en un arrebato de sentido del humor macabro, decidan que es tan triste, que ha de colar) pero, lo más probable, es que nos vayamos con las manos vacías.

Existen múltiples versiones de esto, empezando por el "hola, ¿cómo estás? ¿Puedo comerte el coño?" pasando por el "¿y a ti qué te gusta que te hagan en la cama?". Son todas equiparables e inefectivas. Recordemos, queremos que la persona se sienta deseada. Eso sólo te hace sentir un pedazo de carne, un objeto con el que masturbarte, algo que daría igual que fuera ella o cualquier otra, siempre y cuando se ponga a cuatro patas y te dé a elegir por arriba o por abajo. No es una buena opción.

Ligar por internet, por otra parte, te coloca en desventaja: no puedes demostrar lo interesante que eres, lo bien duchadito que vas ni dar un beso desprevenido. Tampoco puedes tomar la última en casa. Hay que crear un interés previo para pasar a la realidad. La realidad es que hay mucho más hombres que mujeres y que éstos se lanzan mucho más, con lo que las mujeres eligen.

Hay que hacerse interesante. Todos los querys, mails o contactos son parecidos. ¿Para qué contestar a alguien que es igual que el resto? Mi tiempo, como mujer, es limitado. No me apetece perderlo con un tío igual de poco interesante que el de al lado. Tu mensaje ha de captar la atención de la persona que lo lee desde el primer momento. Si no puedes pensar en nada interesante, vete a un bar, hazte el misterioso y espera hasta que alguien pique. Aqui toca pensar. Busca una forma de llamar la atención sin parecer un psicótico.

El camino recto es el más largo, el que te llevará directo a la nada. No vale entrar a saco. Gánate la confianza de la chica, sin convertirte en su colega de toda la vida. Invierte tiempo en msn en conocerla, sin pedirle que ponga la cam. Saca aficiones en común, saca interés, saca unas charlas y el café vendrá solo, generalmente no para quedar en un hotel sino para hacer algo juntos (porque harás los deberes y, si le gusta el arte decimonónico, encontrarás una exposición a la que llevarla). Luego, la última sí puede ser en casa.

Básicos son el respeto, la constancia y el no mostrarse desesperado por meterla. Vísteme despacio que tengo prisa.

1 observaciones suspicaces:

Anónimo dijo...

"Un aspecto ignorado de esta especie animal es su capacidad de sentir ternura y de actuar en multitud de casos siguiendo los dictados de su cariño paternal. De todos es sabido que, mientras la hembra queda en la cueva para procurar abrigo y protección a la exigua camada, el dragón macho sale en busca de presas con las que alimentar a sus crías, particularmente en busca de jóvenes cervatillos, cuya carne, en caso de haber sido sorprendidos y sacrificados en mitad de un sueño diurno, parece ser la más apropiada para la nutrición de los tiernos dragones recién nacidos. Lo que no mucha gente sabe es que, si el dragón padre regresa a la cueva sin haber conseguido la presa deseada, suele, avergonzado por su fracaso a la vez que conmovido por el hambre de las crías, quitarse la vida golpeándose la cabeza contra las rocas y ofrecerse el mismo como alimento. Parece, no obstante, comprobado que nunca ha sobrevivido ninguna camada que haya consumido ese tipo de carne, considerada mortalmente venenosa".
-Ignacio Martínez de Pisón, "La ternura del dragón"-

Loable intención la de adoctrinar varones en el arte de la seducción.

nadase