Era terriblemente pedante, como un grano en el culo recitando Fausto, releyendo a Proust, recalcando que la corrección y la sabiduría estaban en sus manos y sólo en las suyas. Con puntos, con comas, con acentos, con la boca llena de tonterías y pidiendo que alguien le puteara. "Busco una mujer que me haga sentir como un gusano, que me tenga para sus caprichos, aunque sólo fea lavar los platos, fregar el suelo, hacer la compra", me dijo. Y yo necesito que me arreglen la lavadora.
Llegó al cabo de una hora. No lo esperaba, a la gente se les llena la boca de palabras. Le pedí el DNI en la puerta, para comprobar que el nombre que me había dicho era cierto. Me senté y encendí un cigarro mientras le preguntaba. "Me gustaría que fueras gorda, vieja y fea", me dijo cuando hablamos. Me encanta decepcionar a la gente. Tardé un poco en pedirle que se sentara él también. Me contó por qué no podía mantener una relación normal con las mujeres. Yo me preguntba qué hacía un desconocido en mi casa, contándome su vida. Tengo mejores cosas que hacer. Le corté a mitad para que mirásemos mi problema con la lavadora. No pudo solucionarlo. "Ya te vale, vienes hasta aquí para eso y ni tan poco eres capaz de hacer." "Lo siento", respondió. "De veras que lo siento, perdóname. Buscaré la pieza, lo arreglaré si me dejas". Asentí y le dije que se marchara.
Volví al chat. Al rato volvió él. Hablaba con otro conocido, riéndome del idiota que había venido a arreglarme la lavadora. Qué lástima que se hubiera ido, necesitaba planchar unas camisas. Me preguntó, le conté y me dijo que vendría a planchármelas pero que ahora tenía un compromiso. Que había sido muy intenso, que quizá yo era esa dómina especial que llevaba tanto buscando, pero que en un rato había quedado para conocer a otra. Le dije que no se preocupara, que suerte buscando y que se olvidara de mí. No comparto mis juguetes.
- ¿Soy tu juguete?
- No, pero no vas a serlo.
- Le diré que lo siento. He de ir, es mi palabra y valgo lo que ella. Pero le diré que no puedo tener nada.
- Cada uno es dueño de sí mismo. Haz lo que quieras. Ya lo hiciste, no me intereas.
Se fue, volvió dijo que vendría a mi casa a plancharme la ropa. Aunque estuviera enfadada, aunque no le abriera. Vino. No le abrí.
Lo más estúpido de esto, es que le mató de morbo.
miércoles, marzo 25, 2009
#61
Escrito por La Sin Nombre en 2:54 p. m. 1 observaciones suspicaces
sábado, marzo 21, 2009
#60
xxx: me pones al borde del abismo
Escrito por La Sin Nombre en 3:53 a. m. 2 observaciones suspicaces
Etiquetas: chat
#59
Me mantuve muy firme y muy quieta, esperando que me dijera qué iba a pasar. "Espérame", me dijo. Estábamos en mi casa, tenía las manos atadas y la ropa rota. " Volveré cuando sea el momento." Después, se lo tragó la oscuridad. Al cabo de seis horas conseguí soltarme. Hasta dos días después, no dejé la casa. No quería moverme, por si volvía. Quería estar ahí, esperándole.
No volvieron ni él, ni su sombra, ni, al cabo de algún tiempo, su fantasma a molestarme.
Pasó al menos un año, diría que casi dos hasta que volví a pensar en él. Empecé a pensar en él una mañana, desperezándome en la cama. Me dio la misma sensación que las mañanas que despertaba en su cama y él ya se había levantado. Esperaba verle entrar por la puerta en cualquier momento. Me di la vuelta, pensando que quizá entraría cuando menos lo esperase.
Él entraba y yo me quedaba en esa sensación de duermevela. Me daba un beso en la boca y rebuscaba entre las sábanas y se me mezclaban las imágenes de los sueños y la cama. Sé que me destapaba porque siempre me despertaba con frío. Sé que después te sentabas a mirarme y te masturbabas, porque me despertaba con la barriga y las tetas pegajosas. Después te sentabas junto a la cama y me deslizabas un dedo entre los labios hasta que me humedecía. Creo que me lamías por cómo sabías al besarme, cuando me despertaba. Tardaba en despertarme, entreabría los ojos mientras me lamía y no conseguía abrirlos del todo cuando empezaba a meterme un dedo y luego dos. Soñaba que me follaba y para cuando me despertaba ya estaba haciéndolo.
Esa mañana me desperté pensando que le encontraría tras mío, retorciéndome un pezón, dentro de mí, susurrándome buenos días al oído, y volvió a acecharme durante las noches.
Guardé silencio, porque dijo que volvería. Hoy recibí sus palabras como si los dioses hubieran bajado a la tierra, me hubieran señalado y sonreído. Fue un mensaje breve, "no voy a volver."
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domingo, marzo 15, 2009
#58
Escrito por La Sin Nombre en 9:02 p. m. 1 observaciones suspicaces
lunes, marzo 09, 2009
Ligar por Internet
Ligar, en sí mismo, no es difícil, ni de forma presencial ni por la red. Requiere ciertas dosis de encanto personal, labia, estadística y morro. Hay un axioma básico que debe tenerse en cuenta para ligar: todo el mundo desea sentirse deseado. El corolario a este axioma es: todo el mundo se siente solo, indefenso, indeseable, indeseado. El punto de vista elegido depende de a qué lado de la fuerza nos situemos.
Mi ejemplo eterno es el del bar, a la hora de hablar de ligar por la red. Imaginemos por un instante que estamos en un bar lleno de gente a la que no conocemos. Vemos, al fondo de la sala, a una persona, que por cualquier razón (sus ojos, sus manos, el olor que promete su piel o cualquier otro indiscriptible o demasiado descriptible rasgo personal) nos atrae hacia ella. Nos acercamos, con paso firme, a su lado. Empezamos la conversación:
- Quiero follarte.
Lo más probable es que la conversación terminase ahí. Existen escasas ocasiones en las que una respuesta positiva pueda darse (un morbo oportuno despertado por cuestión de suerte, encontrarnos en un bar liberal o que los dDioses, en un arrebato de sentido del humor macabro, decidan que es tan triste, que ha de colar) pero, lo más probable, es que nos vayamos con las manos vacías.
Existen múltiples versiones de esto, empezando por el "hola, ¿cómo estás? ¿Puedo comerte el coño?" pasando por el "¿y a ti qué te gusta que te hagan en la cama?". Son todas equiparables e inefectivas. Recordemos, queremos que la persona se sienta deseada. Eso sólo te hace sentir un pedazo de carne, un objeto con el que masturbarte, algo que daría igual que fuera ella o cualquier otra, siempre y cuando se ponga a cuatro patas y te dé a elegir por arriba o por abajo. No es una buena opción.
Ligar por internet, por otra parte, te coloca en desventaja: no puedes demostrar lo interesante que eres, lo bien duchadito que vas ni dar un beso desprevenido. Tampoco puedes tomar la última en casa. Hay que crear un interés previo para pasar a la realidad. La realidad es que hay mucho más hombres que mujeres y que éstos se lanzan mucho más, con lo que las mujeres eligen.
Hay que hacerse interesante. Todos los querys, mails o contactos son parecidos. ¿Para qué contestar a alguien que es igual que el resto? Mi tiempo, como mujer, es limitado. No me apetece perderlo con un tío igual de poco interesante que el de al lado. Tu mensaje ha de captar la atención de la persona que lo lee desde el primer momento. Si no puedes pensar en nada interesante, vete a un bar, hazte el misterioso y espera hasta que alguien pique. Aqui toca pensar. Busca una forma de llamar la atención sin parecer un psicótico.
El camino recto es el más largo, el que te llevará directo a la nada. No vale entrar a saco. Gánate la confianza de la chica, sin convertirte en su colega de toda la vida. Invierte tiempo en msn en conocerla, sin pedirle que ponga la cam. Saca aficiones en común, saca interés, saca unas charlas y el café vendrá solo, generalmente no para quedar en un hotel sino para hacer algo juntos (porque harás los deberes y, si le gusta el arte decimonónico, encontrarás una exposición a la que llevarla). Luego, la última sí puede ser en casa.
Básicos son el respeto, la constancia y el no mostrarse desesperado por meterla. Vísteme despacio que tengo prisa.
Escrito por La Sin Nombre en 1:44 a. m. 1 observaciones suspicaces