lunes, enero 12, 2009

Respuestas a mis anuncios

  • Leo
Si lo que estás buscando es divertirte, con mucho morbo, humor, sin malos rollos, lo quepuedo ofrecerte es una buena polla (larga y gruesa) acompañada por un cerebro que busca algo más que un buen rato en la cama jejeje

Si sigues leyendo, es porque merece que nos conozcamos mejor. Lo mío no es teórico ocibernético, pero la red me parece un buen lugar para empezar.


Me fascina la predominancia del término polla sobre el intelecto. Si el tamaño no importa... 

  • Corredor
me encantaria quedar contigo y hechar un polvo como tu dices donde quieras y cuando quieras, me encantaria tocarte hacer que te mojes las braguitas quitartelas y lamerte el coño hasta que te corras las veces que quieras y despues follarte por delante y por detras corrernos las veces que queramos, si te apetece la idea mi mesenger es xxxxxxx@hotmail.com agregame y si quieres quedamos donde quieras besos.

A quien pueda sorprender: esto no funciona, no es convincente. No me apetece.

Realmente, lo que haría falta, es una guía de cómo ligar por internet.

Blogs eróticos y pornografía

La pornografía me aburre. El erotismo es demasiado light. Es como pasar de Total Recall a Bambi. En ningún momento me toca. Puede entretenerme, pero poco más. Son irreales en todos los aspectos, no hay implicación, no hay nada en ello para mí, ni siquiera un ligero placer voyeur. Esperaba otra cosa en los blogs. Hay un ser humano detrás, desnudándose en su anonimato. Parece que la mayoría también adoptan un papel, fingido voluntariamente o no, y el interés tampoco surge.


Si no hay nada que te guste, crea algo nuevo. Tampoco me gusta esto que intenté crear, para mí, para quien quisiera. No tengo tanto que decir y hablar no me sugestiona porque no hay respuestas.

Lo más divertido sigue siendo poner anuncios en webs de contactos y disfrutar, acurrucada en el sofá, con un helado, las respuestas.

sábado, enero 10, 2009

#57

He comenzado el año con esa sensación de hastío que me entra cada vez que me siento, en silencio, sin nada que hacer. Si hubiera algún lugar para huir, correría. La sensación de desamparo, de que no hay razón, hemos perdido el sentido. La certeza de que todo lo que queríamos se ha perdido y, en su lugar, se nos ha puesto delante una versión light, descafeinada, del mundo.


Es la sensación de estafa, de que la hierba del vecino no sólo parece más verde, sino que lo es, y no sabes muy bien cuándo tomaste el camino equivocado. Que no hay camino ni podemos llegar. Tan inútil como el espacio vacío entre dos paréntesis, como el balanceo de un ahorcado.