jueves, febrero 14, 2008

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La tengo dolorida, le dijo. Y era cierto, habían sido muchas horas de gritos y después cigarros.

Ella pensó en enroscarse otra vez, sólo por si acaso, antes de que pensara en otra.

Es inútil. Se esfumará, como lágrimas bajo la lluvia. Quien mata algo bello vive maldito para siempre.

viernes, febrero 01, 2008

01022008

Me desespero cuando son las cinco y no quiero llamar. No quiero tocar el teléfono. Anoche lo soporté hasta las dos de la mañana. "Estoy aún trabajando. Me voy a casa en 20 minutos. Te echo de menos. Te quiero", respondió. Quise sonreír y apagué el móvil. Maldije en voz baja y me resguardé entre las sábanas. No te creo, no te creo, no te creo... me lo repito como un mantra. Me pregunto si estaba con otra y algo dentro de mí no lo cree.

Esperaré hasta las seis, las siete, las ocho. Aparecerá pasada medianoche, dirá que me echa de menos, diré lo mismo y sonará terriblemente vacío.

¿Por qué siempre me enamoro de hombres así? Lejanos, distantes, inaccesibles, que no me hacen ni puñetero caso y por los que haría cualquier cosa. A veces creo que esa "cualquier cosa" es que les deje en paz.