martes, septiembre 26, 2006

26 de Septiembre 2006

Las vacaciones han pasado. Me he quedado sin trabajo (otra vez) y estoy, básicamente, aburrida. Estoy tan aburrida que no tengo ganas ni de escribir. Me paso el día viendo TCM y ya ni bajando películas obscenas de la red, porque no me funciona el e-mule. Mi reino por un e-mule funcionando.

Me parece reseñable la película "Ultimate guide to Anal Sex for Woman", es más un making of que una película porno en sí y, si he de admitirlo, está muy bien.

A raíz del hecho de quedarme sin trabajo (de nuevo) llegué a una conclusión con un amigo: debe haber una cantidad mínima de polla tragada necesaria para llegar o mantenerte en un lugar dado.

La cantidad es inversamente propocional a la energía empleada en ello y al carisma y/o belleza personal del sujeto que felaciona. Aún así, hay una cantidad mínima de metros que deben ser tragados.

Es imprescindible, a fecha de hoy, en pleno s.XXI, donde hay vibradores con mando a distancia y lubricantes de diseño (amén de preservativos de benetton) que alguien invente, ahora mismo, un artefacto que mida los metros de polla lamidos por una sujeta en cuestión.

En mi próximo curro directamente iré con el invento, pediré cuántos son y no haré más preguntas.

jueves, septiembre 14, 2006

14sept06 3:50

Ha pasado el verano de largo y vuelvo a casa. Ha sido largo, aburrido y monótono. Podría mentir pero no merece la pena.

A ver qué tal se da el otoño. Viva el bikini pese a todo.