No sé si mi cabreo es lícito.
Dormía, desperté y a mi pareja le comía la polla otra.
Le miré. Cerré los ojos. Volví a mirar y no era mi imaginación.
Nos despedimos de la gente del lugar y forcé una sonrisa.
En la calle mantuve la compostura unos 10 pasos. Uno. Dos. Tres. Diez. Luego empecé a gritarle exactamente qué se creía que hacía.
Llegamos a casa de día. No sé si era que me empezaba la resaca, pero estuve a punto de abofetearle en la calle. No lo hice y casi me arrepiento. Por tanta decepción. Tanta mierda y tanta tontería.
¿No querías una relación monógama? ¿No eras tú el que quería que no me fuera con otra gente? ¿No eras tú el que decía que yo y sólo yo hasta el fin de los tiempos? Exacto, hasta que le metas la polla en la boca a una rubia oxigenada mientras yo no estoy contigo.
Si yo te perdono. Claro que te perdono. Lo único que ocurre es que ya no confío en tu palabra. La próxima vez que salgas con tus amigos por ahí, ya no me creeré lo que me dices. La próxima vez que vuelvas tarde del trabajo. La próxima vez que me digas que yo y sólo yo. Si lo de menos es la rubia y tu polla y el fondo de su garganta, lo de más es que faltaste a tu palabra en algo que venía a ser importante y sacro. Obviamente, yo no lo soy así que a saber.
A saber: te quiero fuera de casa esta semana.
lunes, marzo 19, 2007
in absentia suma
Escrito por La Sin Nombre en 1:13 p. m.
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10 observaciones suspicaces:
Lícito es.
Bibliografía:
Peter Sloterdijk, "Crítica de la razón cínica". Madrid: Taurus, 1989. Los capítulos dedicados al cinismo sexual.
Zygmunt Bauman, "Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos". México / Madrid: Fondo de Cultura Económica, 2005. ¿Es el mismo Bauman de tus gustos? [Por cierto, me gusta tu lista de querencias].
Sigue con salud, sinnombre
nadasé
Um, ambiguo el concepto de la fidelidad. No equivale a una traición compartir el cuerpo, sí el corazón. Es por la estúpida manía de creer que la otra persona nos pertenece, cuando es ella la que elige compartir su tiempo con nosotros. Pero a mí que no me lo hagan.
Pues en mi humilde opinion, es licito absolutamente, y sus desconfianzas posteriores tambien. ahora...como era aquello de jugar con fuego y quemarse...ejem.
Ha pasado la semana.
Sigue en casa?
Sigue.
Otro día lo cuento.
- Otra vez desaparecida. Y yo sigo entrando periodicamente, con la esperanza de encontrar un articulo nuevo uno de estos días. Espero que no te ausentes por mucho tiempo más.
Es cierto, Nenesinnombre, ¿dónde está?
La echo de menos, a usted y sus fantasías.
Un beso.
El cabreo es lícito. Tu silencio no ;)
¿Fue este el final de tan interesante blog?
¡Vuelve pronto, Sinnombre!
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